La aparición de la Ginebra Santamanía en la web Gin Foundry  (algo así como la Vogue de las ginebras)  ha hecho que muchos se interesen por esta ginebra,  100%  española, que tiene  las cosas muy claras y apuesta al máximo por la calidad en su elaboración, haciendo realidad aquel dicho que dice “De Madrid al cielo´´.

Para aquellos que aun no os habéis dejado cautivar por ella, después de este articulo seguro que no podréis evitar la tentación de probarla.

Una de las cosas que distingue a esta Ginebra es que TODO el proceso se realiza, íntegramente,  en España, y todos los elementos que intervienen en su elaboración son naturales, algo que sólo distingue a las London Dry Gin.

En el mundo de la ginebra, ocurre como con las cervezas artesanas, vivimos en un boom que hace que muchos se lancen a la aventura de crear o embotellar (que lo hay de todo) su propio destilado con un nombre más o menos cool  y la botella más inn del momento. Una situación que cada vez ocurre con más frecuencia y que,  en el fondo,  lo único que hace es exaltar aún más los atributos de los productos que realmente  hacen de la calidad su máxima expresión.

La base del alcohol proviene, en su mayoría, de la uva Tempranillo, la variedad tinta reina de nuestro país  y que siempre ha sido la base de los destilados tradicionales de medio mundo. Si te preguntas por qué la botella tiene el fondo rojo has de saber que se debe a este hecho.

Los botánicos utilizados son una apuesta por los productos nacionales de calidad lima, limón de Valencia, regaliz, romero, pistacho y  frambuesa liofilizada que se completa con todo un viaje alrededor del mundo,  seleccionado los mejores productos posibles:  canela de Sri Lanka , , raíz de angélica de Francia;  cilantro, cardamomo, jengibre, y el indispensable enebro. La separación de los distintos botánicos se hace a mano para asegurar que cada uno de los componentes se encuentran en su estado óptimo de madurez y asegurar, así, que todos los lotes del destilado tengan idénticas características.

Pero si aún esto te parece poco su proceso es único y exclusivo, uniendo su pasión por la destilación y las últimas tecnologías, entre la que destaca VERA, un alambique exclusivo  en el mercado y que gracias a la materia prima y al cuidado en su elaboración, nos permite disfrutar de una ginebra de tan alta expresión.

Sus detalles son cuidados al máximo y es que cuando las cosas se hacen con pasión se nota. No producen más de 330 unidades por lote;  cada botella es única y tiene su propia historia que contar, algo que la diferencia de sus competidores y que nos hace sentirnos que estamos ante un destilado especial.

Una ginebra que cualquier enamorado de este destilado debería tener como imprescindible. La pasión y sutileza que desprende perdura tanto en el recuerdo como en el paladar.

Para tomarla solo necesitarás hielo, tónica y podrás aromatizarla con un toque de lima y frambuesa liofilizada, todo un placer que nunca olvidaras.