Si estás buscando una ginebra premium de excelente calidad, de esas discretas pero que nunca te dejan mal, única pero ejemplar, estamos hablando de Adnams First Rate. Tan inglesa como un jugador de rugby, evolución ultra de la otra ginebra de Adnams, esta peculiar casa cervecera metida a destilería con resultados que son, en verdad, la culminación del sueño inglés.

De nombre completo Adnams Copper House First Rate Finest Cut Gin (casi nada), tal vez el nombre, algo rimbombante, y su anodino aspecto exterior, le hayan acarreado su merecida fama de segundona; no en vano acumula todas las platas posibles en los grandes certámenes ginebreros interncionales de 2012 a 2015. Una regularidad que, sin embargo, llama la atención a cualquiera que quiera fijarse.

El proceso de destilado es el punto fuerte de Adnams. Cerveceros desde 1872, la familia ha creado un proceso inédito: a partir de centeno malteado, trigo y avena, todos de Anglia, crea una “cerveza lavada”, sin lúpulo de 6%, que fermenta antes de ser destilada en una columna especial que lo convierte en lo que los ingleses llaman low wine, a 80%. Luego, en un alambique con rectificador purifican el alcohol y separan el corazón.

El producto más sólido de una casa ejemplar

Ya tenemos el spirit. En paralelo a un procedimiento tan rocambolesco, típico e innovador a un tiempo, Adnams tira de repertorio clásico en cuanto a la base botánica que macera con el alcohol: enebro, coriandro, regaliz, cardamomo, piel de naranja y raíz de lirio. Pero también incluye otros que hacen esta ginebra muy compleja aromáticamente hablando: vainilla, semillas de hinojo y alcaravea, y tomillo. Y nos faltan tres; misterio…

Con una graduación alcohólica de 48^o, Adnams First Rate es una ginebra potente y muy redonda, con un potente enebro ya en la nariz, oleosa en boca, largo retrogusto. El enebro se nota de salida, junto a los tonos más alcohólicos de los cereales. Luego viene la naranja y los aromas espaciados, dulces y luego picantes. El tomillo es el contrapunto amargo que complementa al enebro. Para los verdaderos amantes de la ginebra.

El perfect serve de la casa es con una ramita de tomillo y un twist de limón. Pero esta ginebra puede dar verdaderas sorpresas si la acompañamos con una tónica de poca burbuja y la “forzamos” en cualquier dirección. Hacia los dulces, con canela y mango. Nos va lo cítrico, con pimienta rosa y pomelo. Hacia el este, con cardamomo e hibisco…