En un ejercicio de imaginación, zapeando en el sillón, saboreando mi trago largo entre repeticiones de series y cine clásico… (lo que se dice aprovechando el verano) se me ocurre que la materialización en el séptimo arte del Gin tonic da para un artículo tan interesante como éste, pero ¿Y todas esas películas y series en las que hemos echado de menos la visualización, al menos en una toma fugaz, de un Gin Tonic que dé el sentido absoluto al film o la trama? ¿Jamás imaginaste a Walter White entrando en un bar, a lo largo de sus 5 temporadas y pidiendo un Dry Martini? ¿Acaso no imaginamos en ese bar de Buenos Aires, a Benjamín Espósito y a su beodo compañero y amigo, Pablo Sandoval, pidiendo un Gin Tonic mientras discuten sobre la Pasión en El Secreto de sus ojos? Por todas las series y películas en las que el director (probablemente) decidió eliminar las secuencias en las que la escena gira en torno al destilado elixir… y en honor del inspirador artículo de mi compañera Marta Combarros (aquí)… Aquí va un breve (y personal) repaso a las Series a las que les faltó Gin, tónica, raspa de limón y hielo:

• Boardwalk Empire:

Una serie cuyo tótem gira entorno al crimen de guante blanco perpetrado por políticos, gobernantes y policías corruptos en el Chicago de la Ley Seca, no debiera centrarse en el güisqui o el bourbon exclusivamente. Ignoro si de manera puntual, al menos en alguna pequeña toma de alguna botella, el neutro color acuoso delata la existencia del Gin en su contenido… Diez a la historia, a los actores, al swing que entrebaila la trama entre asesinatos, pactos, venganzas y romances de vidriosos besos y voces rotas. Serie para morder el limón el Gin Tonic (como cantara el gran A. Calamaro).

• The Wire:

En los bajos fondos de Baltimore, el negocio de la droga salpica a familias de barrios de protección oficial, a operarios de uno de los mayores puertos industriales del Este de USA, a políticos de baja estofa y, en general, a casi todo los rangos de la sociedad. The wire, con su ritmo de decadente blues al más puro estilo Tremé, con su lienzo complejo de medias verdades, medios favores y ángeles mitad demonios, si bien sentó cátedra con su estilo y voz personal… ¿Es que acaso en Baltimore nadie comparte la pasión por el Gin Tonic con este humilde servidor? Sin llegar al nivel Humphrey Bogart, pero, Joe Chappelle, Ernest R. Dickerson, Clark Johnson, Ed Bianchi y demás directores… muchas de las grandes escenas giran en torno a la sinceridad de la copa de balón ¿Que no? Que se lo digan al maestro del misterio, Hitchcock.

• The Office:

Lo menos alocado que hubiera podido suceder en esa patológica oficina “Dunder & Mifflin” hubiera sido un gran y multitudinario brindis con el mejor Gin Tonic de Stranton. Si bien sus continuos gags no tienen cabida para las escenas pausadas y largas, en absoluto hubiera sorprendido ver alguna botella de Gin vacía sobre el escritorio de alguno de sus empleados. En realidad ¿Quién no ha pensado que la máquina de agua quizá haya sido saboteada, siendo sustituida por un triple destilado londinense? Todo un caso para el neurótico Dwight Schrute. Serie con el sello de Greg Daniels.

• Friends:

Muy probablemente, todo lo que se pueda decir sobre esta inconmensurable (e inigualable) serie, esté ya escrito y repetido. Más allá de gustos personales, los millones de audiencia a los que durante años (¿y generaciones?) congregó frente al televisor fueron un precedente en la historia de la pequeña pantalla. A lo largo de sus diez temporadas, tanto sus actores como sus seguidores fueron creciendo y madurando en torno a una sencilla pero rica trama con la que muchos se sintieron identificados. ¿En serio en ninguna de las varias borracheras de desengaño entre Rachel y Ross o entre Chandler y Mónica, la ginebra ayudó a paliar el dolor? Resulta difícil sacar los colores a una serie tan hito y, si tuviéramos que señalar un defecto, quizá sería la falta de esas pausadas conversaciones al calor del Gin Tonic como de las que sí rebosa Mad Men.

En la siguiente parte, más series a las que la materialización visual del London Gin hubiera dado si cabe, más sabor ¿Qué pensáis de éstas?