Uno de los elementos imprescindibles en la botica casera de cualquier abuela que se precie de serlo, un clásico entre las infusiones de toda la vida de cualquier bar digno de tal nombre, la manzanilla y su profundo aroma tiene también su espacio entre destilados de enebro y tragos largos de ginebra y agua tónica. Hoy, con todos nosotros, la humilde pero imprescindible manzanilla.

Manzanilla, camomila… Hay que empezar por esta discusión bizantina sobre el nombre. Nada, no pasa nada, las dos valen, y de hecho es el mismo nombre… me explico: “camomila” viene del griego, y significa “manzana del suelo” o “manzana enana”. Pues eso, “manzanilla”. El problema es que en realidad hay dos especies distintas físicamente parecidas y con propiedades semejantes, Chamaemelum nobile (común, romana o del Moncayo) y Matricaria recutita (alemana, cimarrona o de Castilla).

Huelga describirlas, ¿no? Ambas son plantas herbáceas de la familia asterácea, parecidas y con una flor (capítulo paniculado) más que característica, con botón amarillo y pétalos blancos; aquí se aprecia la diferencia entre ambas, pero en las herboristerías y preparados que contienen manzanilla podemos encontrar ambas; las dos son digestivas, carminativas, sedantes, tónicas, vasodilatadoras y antiespasmódicas. También aclaran el pelo rubio. Ah, y se pueden fumar.

En principio, una manzanilla y un gin tonic están en las antípodas, pero no te creas…

En cuanto a su penetrante aroma, en su propio nombre tenemos una pista: la manzana (que personalmente no atino a reconocer). En general es aamrgo y algo picante, muy herbal, claro. Los responsables son componentes como la cumarina (heno), la luteolina (hierba), la apigenina (apio), y el cadineno (enebro). Así, aparte del aporte de cualidades digestivas a la ginebra, la manzanilla ofrece un aroma en mi opinión mucho más herbal que floral, amargo y picante pero astringente y fresco.

No son demasiadas las ginebras que cuentan con la manzanilla como bótánico, pero atención, porque no son nada despreciables. Yo he dado con una sloe gin llamada Sloe Bloom Gin Liqueur (me gustaría probarla, ¡qué interesante!), una ginebra orgánica llamada Tru, de corte moderno, y cuatro primeras espadas más que respetadas: Bloom, Magellan (en su versión Iris), Telser Lietchestein y Anno Kent.

¿Manzanilla en una gin tonic? ¿Nos atrevemos? No veo por qué no. La flor es tremendamente aromática, y enriquecerá perfectamente, entera o en infusión, una copa de, por ejemplo, Bloom con Thomas Henry, manzanilla y pomelo (para tipos demasiado dulces, como El Ladrillo de Cerdos y Diamantes). Tanqueray Ten la usa en infusión de TeaTonic (con otros aromatizantes) y con Schweppes clásica o premium.