¿Te acuerdas de los caramelos con sabor a cuba libre que comías de pequeño? Aquéllos no llevaban alcohol, pero los que os traemos hoy sí que lo tienen. Para los adultos más golosos la empresa británica Smith&Sinclair ha empezado a comercializar caramelos con alcohol.

De momento cuentan con seis sabores diferentes, todos ellos inspirados en combinados elaborados a base de ginebra, ron y whisky:

• Mixed Berry Daiquiri: Lleva summer berries, ron oscuro y pimienta rosa.
• Spiced Rum (ron especiado): Es una combinación de ron oscuro y especias.
• Spring Clean (limpieza de primavera): Con ginebra, flor de saúco y tomillo.
• Gin&Tonic: En esta ocasión la ginebra se recubre con sorbete de limón.
• Icing Cake: Sólo hacen falta whisky y amaretto.
• Whisky Sour: La receta incorpora pomelo.

Aseguran sus creadores que estos caramelos con alcohol son totalmente “artesanales, de alta calidad, con fruta fresca y especias”. Lo malo es que al parecer sólo pueden comprarse en el Reino Unido.

Caramelos con alcohol de ginebra y fresa

¡Vaya! Seguro que te has quedado con ganas de probar los caramelos con alcohol. No te preocupes, también puedes hacerlos en casa. Puedes emplear el licor que prefieras, pero como estamos en un blog dedicado al Gin Tonic, la receta que te proponemos lleva ginebra.

Para elaborar los caramelos de ginebra con fresa (en realidad son más bien gominolas) necesitaremos:

• Un sobre de gelatina de fresa.
• Dos sobres (de 10 gramos cada uno) de gelatina neutra en polvo.
• Ginebra (un chorrito).
• Azúcar (200 gramos).
• Aceite de oliva (para engrasar el molde).

Empezaremos por echar todos los ingredientes en un cazo y calentarlos a fuego suave. Removemos durante 10 minutos teniendo cuidado de que la mezcla no llegue a ebullición. Retiramos del fuego y vertemos el líquido en unos moldes de silicona previamente engrasados con el aceite de oliva. Dejamos reposar durante 12 horas a temperatura ambiente.

Transcurrido ese tiempo, desmoldamos los caramelos con alcohol y los espolvoreamos con azúcar. El último paso es colocarlos fuera del alcance de los niños.