mama

Un gin tonic con mamá

Tras años, años intentando encontrar un regalo de la madre realmente guay, más allá de mis bonitos ceniceros de barro, los prácticos electrodomésticos de marca blanca y los socorridos perfumes, he encontrado un regalo que realmente merece la pena. Sobre todo si tu madre no bebe ginebra, como es mi caso, por lo que enseguida pasa a convertirse en uno de esos regalos con la apostilla “si a ti no te gusta me lo quedo yo…”.

Pero, ¿por qué no? ¿Por qué no este pack de ginebra premium para el Día de la Madre? Sobre todo, sí, sobre todo si no es aficionada a los cócteles de ginebra. Por qué no iniciarla en ese mundo con productos de calidad y con gin tonics bien hechos. Por qué no devolverle un poco de todos los esfuerzos que hizo por ti enseñándole tú algo tan divertido y gratificante como disfrutar un buen gin tonic.

pack gin dia de la madre

Seguramente si le llegáis con una ginebra sola, así en una bolsa de plástico (o peor, de papel), os caiga una colleja. Por muy Sikkim Fraise que sea, y por muy mona que resulte la botella (que lo resulta). Y eso que hablamos de una Premium bien destilada, cargada de aromas florales y herbales, insistiendo particularmente en la fresa. Pero no sé yo si estos argumentos convencen a una madre. “Ni aromas, ni aromos…”

Esta debe de ser una antigua tradición en la familia real inglesa…

Pero si la Sikkim Fraise viene en un pack como este… Para empezar la caja, el buen embalaje es un principio muy valorado por las madres (y seguro que sabrá darle un buen uso a la caja después). La pieza de cristalería (en este caso, copa de balón con la serigrafía de Sikkim) es otro clásico de la atracción de madres, ampliamente empleado en los supermercados de todo el mundo.

Tu madre dará un par de vueltas al medidor japonés con el ceño fruncido (sobre todo si le dices que es japonés) antes de reconocer sus virtudes, pero el acanalador se abrirá un hueco enseguida en su encallecido corazón; estas pequeñas herramientas de cocina suelen tener esta virtud. Si el acanalador no lo consigue, serán las fresas liofilizadas, las bayas de enebro y las infusiones para aromatizar gin tonics lo que terminará de conquistarla.

Claro, el regalo no está completo sin la ceremonia íntegra: prepara los arreos y sírvele a tu madre un buen gin tonic como tú sabes (suavecito, eso sí, que enseguida se ponen piripi) y tomadlo juntos hablando tranquilamente de lo divino y lo humano. Eso va a ser lo que más le guste…

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