Seamos sinceros; para realizar un Gin Tonic, o mejor dicho para disfrutar de él, lo que realmente necesitamos es una  buena ginebra (partiendo de la base de que no hay ginebras buenas ni malas, sólo que nos gusten o no), una tónica, hielo y, en su caso, otros elementos que pueden ir desde la clásica rodaja de limón  hasta una cuidada y exquisita  selección de aromas con las que deleitarse hasta el éxtasis. Todo dependerá de la persona que empuñe el vaso.

Seas un neófito en este mundillo o todo un experto gourmet, sacude tus complejos y disponte siempre a disfrutar, que al final es de lo que se trata, con un buen Gin Tonic en la mano. Lo bueno del mundo de la coctelería es que no es científico, o lo que es lo mismo, dos más  dos no siempre van a ser cuatro. Huye de las reglas no escritas, de las que mucha culpa tienen las modas ¿Os acordáis cuando la tónica se servía pinchando en la chapa y se servía sin quitarla porque mantenía mejor la burbuja?  Es una muestra de cómo, muchas veces, el postureo puede vencer a la mismísima lógica. Y para que esto no os pase, aquí una relación de las herramientas necesarias para elaborar un Gin Tonic. No son imprescindibles, no son un tratado, pero nunca está de más conocerlas y saber su uso, quizás te acabes convirtiendo en un autentico bar-tender o quizás este artículo te sirva para hacerte una idea de qué regalar a ese amante del Gin Tonic, ya que existen en el mercado numerosos diseños cada vez más atractivos.

Copa mejor que vaso de tubo: El Gin Tonic es un combinado simple, que parte de una bebida compleja como es la ginebra.  Obviando la estética y el sentido de la vista, la ginebra, como con el vino, también se disfruta con el olfato  y para ello mejor recipientes que nos permitan introducir bien la nariz, ya sea copa de balón o vaso de sidra.

Elementos de preparación: dependerá de cómo nos guste preparar  el Gin Tonic:  tablas de corte de calidad, peladores mejor que cuchillos (a no ser que se tenga mucha maña con el cuchillo) a fin de extraer la corteza de los cítricos y no el albedo (parte blanca),  especieros y por último ralladores, basta con que sean finos y pequeños y que consigan hasta polvo de frutos secos.

Medidores o Jigger: Uno de los utensilios que menos vemos y quizás uno de los más útiles para ayudarnos a  dosificar el alcohol. Para un Gin Tonic basta con añadir entre 3 y 5 cl. de Ginebra.

Maza, Mudler o mortero: necesario para majar la fruta o  machacar los elementos de aromatización.

Colador de oruga, gusanillo: con esa peculiar forma cualquiera diría que se trata de colador. Su forma radica en que la espiral metálica se adapta a la coctelera o vaso y así evitamos que  pase el hielo o restos de especias, según el tamaño de estos restos puede ser necesario, adicionalmente,  el uso de un colador de malla (el de toda la vida). Recuerda, el muelle siempre dentro del recipiente a colar.

Pinzas de hielo y abridor de chapas: no hacen falta más explicaciones.

Cucharilla mezcladora de coctelería plana o rizada: Un aliado o toda un arma de destrucción de Gin Tonic. Sobre el deslizamiento de tónica por cuchara rizada habría que hacer todo un estudio pero lo mejor es verter la tónica con mucho cuidado a una intensidad constante por las paredes de cristal. Una vez concluido el  Gin Tonic  se le puede dar un leve toque para remover y mezclar el contenido, no centrifugarlo, ni marearlo con lo que únicamente conseguirás matar la burbuja de la tónica.

Estos son todos los elementos que puedes utilizar para elaborar tu cóctel preferido;  no son necesarios ni obligatorios para elaborarlo pero pueden suponer una gran ayuda.  ¿Cuál es tu opinión?