La ginebra tiene un componente altamente británico. ¿Será su origen? ¿Será su clima? ¿Será su carácter? Lo cierto es que desconocemos los secretos de la relación, inexorable, entre las islas británicas y la calidad de la ginebra, pero son numerosos los ejemplos de la bebida producida en estos territorios que se expanden por otros países a la velocidad de la luz.

Uno de los ejemplos más notables es la ginebra Geranium. Para los que no hayáis oído hablar de ella, es de obligada reseña subrayar que se trata de un licor cuya receta cuenta con más de trescientos cincuenta años de antigüedad. El resultado del empecinamiento del dueño de su patente, que hace mucho tiempo decidió intentar llevar a cabo la creación de una ginebra distinta a las que hasta ese momento se habían creado.

Y del dicho al hecho. El objetivo era consolidar una ginebra que contuviera varios rasgos simultáneos. De un lado, que fuese capaz de transmitir un sabor seco pero a la vez aromático. Es decir, que se pudiera mezclar tanto con zumos naturales de carácter tropical como con tónica.

Como su nombre indica, para completar esta hazaña se valió de una flor de geranio con una tipología singular. La misma se caracterizaba por un olor singular y llamativo, y podía usarse para mezclar con distintas plantas botánicas, de cuyo resultado saliese esa ginebra distinta por la que tanto quería apostar.

La base de la misma fue el enebro y gracias al toque del geranio, que ha traspasado épocas y fronteras, esta ginebra se distingue del resto, entrando en una nueva dimensión de autenticidad. Una ginebra cuyo interés es especialmente creciente en nuestro país, dadas las particularidades de los ingredientes que la componen.

La misma, una vez llevada a la boca, contiene el sabor que le caracteriza del geranio pero se puede intercalar con otros ingredientes con facilidad y éxito. En la actualidad se distribuye en botellas de 70 centilitros. Si os ha convencido, de lo que estamos seguros, podéis probarla adquiriéndola en nuestra tienda online a un precio más que competitivo. ¡Merece la pena!