Tarde o temprano tenía que ocurrir. La fiebre del gin tonic ha trascendido su hábitat convencional, los establecimientos y locales de ocio, para trasladarse a un espacio particular como es la city londinense. ¿El motivo? Su reciente salida a bolsa.

La noticia, al margen del juego que dará a los diarios color salmón, nos ayuda a hacernos una idea de las proporciones y volumen de negocio que produce el gin tonic a nivel internacional, especialmente en España, que se ha convertido en el segundo país consumidor de este combinado perfecto.

En lo referente a la salida a bolsa del gin tonic, la llegada al parqué de esta bebida viene de ala mano de fevertree diréis. Este fabricante de tónicas Premium tomó la decisión de salir a bolsa después de que en 2013 facturase un total de treinta millones de euros. De esta facturación son en buena parte responsables los consumidores españoles, pues empresas como esta han colocado el 25 por ciento de sus ingresos en nuestro país.

En concreto, esta firma logró un beneficio bruto operativo durante los doce meses que configuran dicho ejercicio de casi siete millones de libras (o lo que es lo mismo: 8,5 millones de euros). Todo ello después de que esta compañía, con apenas una década de recorrido, subcontratase la producción de su bebida, pues solamente cuenta con una veintena de empleados directos.

De momento, la jugada les ha salido bien y tras colocar un 58 por ciento de su capital por 120 millones de euros, las acciones valen 170 libras (más de 210 euros), una de las más altas del parque. Sin embargo, los expertos en capital bursátil creen que el desarrollo de esta inmersión del gin tonic en la bolsa londinense es el principio de una importante carrera.

Ello se debe a que en el mercado mundial de tónicas estas marcas podrán alcanzar hasta los 2.000 millones de euros de facturación. Eso sí, en 2019. Impresionante futuro por delante, ¿no creéis?