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El dilema Fentiman’s

Fentiman’s, una de las grandes tónicas premium que podemos encontrar de forma más o menos fácil en nuestro entorno más inmediato. Eso está claro. Que es más bien cara, tampoco creo que nadie lo discuta. ¿Dónde está el dilema, entonces? Pues resulta que, sin discutir ni mucho menos su calidad, muchos apreciadores del gin tonic la rechazan de plano. A ver, por lo tanto, ¿es Fentiman’s mejor para beber sola que para un gin tonic?

Fentiman’s no es una de mis tónicas preferidas, de las que pediría en mi barra de cabecera, por su poderío cítrico y ser demasiado botánica, es decir, nada neutra. Normal. Resulta que la receta original, según dicen los fabricantes, la recibió el abuelo Fentiman en 1905 como pago de un préstamo. Resulta que era la receta de una cerveza de jengibre.

La mascota del fundador, imagen original de la marca.

De entonces le ha quedado el jengibre y la fermentación con levadura (responsable de sus 0.5 grados alcohólicos), una base de cereal macerado y un periodo de reposo. Además, lleva hierba limón y azúcar de caña en lugar de sirope de maíz (esto último es de agradecer). Aparte de la quinina, claro. Y tal vez algo más. Y mucha burbuja, que personalmente no me desagrada, aunque no creo que sea lo más importante.

La empresa Fentiman’s sigue siendo familiar, y creciendo

Total, que mientras para algunos es la mejor tónica que hay, para muchos (a veces los mismos) es una tónica con tendencia a anular las ginebras. Se oye en ocasiones que “estropea” las ginebras muy especiadas y “citricida” en exceso a las más cítricas. Sin embargo, para Hendrick’s, Tanqueray o Monkey47 es una de las compañías más aconsejables, asumido por las propias marcas.

No seré yo quien se atreva a resolver una cuestión que tiene pinta de convertirse en tema irresoluble de debate en cualquier sínodo gintoniquero. Aunque tal vez se pueda aplicar un poco de sentido común, partiendo de la idea de que para gustos hay colores. Y ginebras, y tónicas. Seguramente, como casi siempre, sea cosa de elegir bien cómo y con quién puede juntarse, y para qué.

Sabiendo que en Fentiman’s no es la quinina la única protagonista, sino que la hierba limón y el azúcar de caña (más agudo que otros aromas dulces) lo contrarrestan o equilibran, según se vea, úsese con ginebras más aromáticas que clásicas; o si lo haces, no te esperes un G&T de los de siempre. Por supuesto, ahora hay una versión llamada Herbal (si la original te parece muy botánica, imagínate esta).

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