Una de esas frutas muy conocidas por todos nosotros, pero muy poco habitual en los círculos de los ginebreros, el melocotón, es el invitado de hoy en nuestro espacio. Jugoso, dulce y delicado, muy veraniego, veremos a continuación cómo y cuándo se emplea para la creación de ginebras y gin tonics.

El melocotón, durazno o fresquilla (que así y de muchas otras formas se le llama en español) es lo que en nomenclatura latina se conoce como Prunus persica. Procede de China y Afganistán, aunque los romanos, que lo gustaron de antiguo, lo consideraron persa. El árbol es de hoja caduca, leñoso, hoja lanceolada, pequeñas flores blancas o rosadas y un fruto enorme y carnoso, anaranjado, aterciopelado, con un hueso (y, dentro, una “almendra”).

Rico en carotenos, excelente antioxidante y colerético, el melocotón debe su popularidad a su deliciosa carne, utilizada mundialmente para su consumo en fresco o en conserva, y sus numerosas variedades aparecen en innumerables postres, pasteles, helados y algunos platos salados. Su uso en cosmética y perfumería también ha sido más que abundante.

La nectarina o pavía o bruñón es lo mismo, pero sin pelo

El melocotón es un punto de referencia en cuanto a aromática se refiere. Es reconocido como uno de los aromas básicos entre la fruta de árbol, reconocible por su dulzura predominante, con regustos cítricos y una base cálida que recuerda a la canela. En este caso, independientemente de los agentes aromáticos implicados (nuestro viejo amigo el geraniol, por ejemplo), sí que se puede decir que el melocotón huele y sabe a melocotón.

En cuanto a dónde podemos encontrar al melocotón como ingrediente de la ginebra, bueno, es un caso preñado de contrastes. Seagram’s Peach Twisted sería un claro caso de apuesta por el melocotón. La nada tradicional Nginnious Summer 2015 también lo incorpora como un elemento claramente estival. Y también hay melocotón nada menos que en Nolet’s, una de las ginebras más caras y exclusivas del mundo.

Así que den un paso atrás quienes se apresuraban a faltarle al respeto como fruta de macedonia; las sutilezas y matices del melocotón le reservan un sitio como aromático con grandes posibilidades en cualquier gin tonic fresco y afrutado. Acompañaría perfectamente ginebras con fuerte carga frutal o incluso especiada, y sería muy apreciable combinada con canela o romero, entre otras posibilidades; como siempre, lo mejor es que te compres un kilito en la tienda de la esquina y te pongas a experimentar tú mismo…