(A partir del artículo de Teresa Álvarez en este mismo blog, y en la línea de otros artículos en la red sobre aquellas mujeres que leen y aquellas que no, a riesgo de que la censura de lo políticamente correcto me tache de misógino, machista, retrógrado y reaccionario, quiero dedicar un pequeño homenaje en este templo del Gin-Tonic a las mujeres que beben Gin-Tonic. De igual manera (y entonces sospecho que nadie me tachará de feminista y andrófobo) devolveré el equilibrio y la justicia al caos que llamamos “orden” con otro post acerca de aquellos hombres que beben Gin-Tonic.) Continue reading
All posts by Carlos Dianez
Beefeater Seville edition: La ginebra con un color especial
Hay marcas, como ciudades, que lo tienen todo. Marcas a las cuales, sólo con hacerles referencia, nos apoderamos de todo su poder de influencia. Capitales que pesan en el pasaporte como doblones de oro. Ciudades que otorgan status sólo con ser mencionadas… y, en ocasiones, cuidad y marca se mimetizan, casi convirtiéndose en uno.
Esas otras sagradas barras de bar
(Viene de aquí)
Si en el post anterior hablábamos de la rima alejandrina que son las barras de bar, gintonería, Gin club, Coctelería en pleno Romanticismo del buen e hilvanado Gin-Tonic, quiero en esta segunda parte dar cabida a esas otras barras de mala muerte en las que apuraste tu copa de Gin-tonic para salir tragando saliva y deseando cuanto antes llegar a casa para cerrar la puerta con llave. Continue reading
Esas sagradas barras de bar
Como el bolso o los zapatos a un vestido, la cajetilla metálica de Lucky Strikes a unos jeans ajados o las gafas de sol polarizadas a una sonrisa estival de póster, las barras de bar son al Gin-Tonic tan importantes como el número de destilaciones, los botánicos, la cantidad de hielo añadido a la copa de balón o la graduación de tu Gin-Tonic. Continue reading
La ginebra nacida de las “Puertas de la Muerte”
Cuidado. La próxima vez que pasees por la ciudad condal y topes con un estadounidense con una gran mochila a la espalda que no deja de mirar fascinado hacia su alrededor, cuida de imprecarle y tratarle de “guiri” alucinado, porque ese norteamericano bien pudiera decidir quedarse, como fue el caso de Brian Ellison, un par de años en España, recorrer sus costas los fines de semana libres que el prestigioso máster en administración de empresas del IESE le permitiese, y terminar montando un destilería orgánica, responsable y sostenible en su país de origen desde el que exporta la ginebra Premium que posiblemente consumas en este mismo instante. Continue reading
Anuncios que bien valen un Gin&Tonic
Polémicas aparte sobre si la publicidad es creadora y manipuladora de nuestras realidades y necesidades o si es la publicidad una proveedora de satisfacción de necesidades ya existentes en nosotros de antemano; resulta evidente que, como creación más o menos artística y creativa, la publicidad nos sirve a menudo de espejo de una época a través del cual cristalizan sus valores, deseos, expresiones y motivaciones.
Los mejores Gin&Tonics en la palma de la mano
Lo reconozco: soy un iDiota de los gadgets, los teléfonos móviles, las APP, los wearable y demás juguetitos electrónicos de esos que suben mis dioptrías multiplicándolas en base a la tabla del cuatro a medida que levanto menos (aún) la vista de la pantalla. Pero ojo, no todo es perder el tiempo “con el cacharrito”. No todo es Whatsapp, Candy Crash ni Plants VS Zombies… Para los #GinLovers cuyo Smartphone es a su mano lo que la pelota al pie de Messi… han llegado las APPs de Gin Tonic.
De Bartender en el país del frío
Si eres de los que aprovecha cualquier puente para hacer una escapada al extranjero. Si no temes a la aventura y no te da morriña cuando mamá llama a miles kilómetros de distancia. Si dominas el inglés, los idiomas, tienes don de gente y te gusta ver mundo, sigue leyendo.
La pareja perfecta
Remontándonos a la época de Carlitos de Cuéntame (esa en la que los niños siempre pensábamos al ver fotografías que nuestros abuelos habían vivido en blanco y negro hasta la llegada del color), en esos pueblos de la España profunda en los que el punto de reunión eran el casino, la Plaza Mayor y su fuente, el cementerio en los días aciagos y la casa de lenocinio en los festivos; cuando nuestra Yolanda, Estefanía o Marta de turno se hacía novia de su Vicente, Anguiano o Alarico, cedía de manera casi oficial su nombre por el de “novia de”.
Últimos sorbos de verano
Se nos viene encima la madre de todas las catástrofes, esa que ni la crisis, ni el desempleo, han erradicado: la depresión del final del verano.
Se acabaron las vacaciones por las que tanto suspiraron cabizbajos esos padres de clase media. Toca despedir a ese amor de verano con un beso de tornillo y, quizá, un emotivo mensaje de Whatsapp que no acabe en emoticono. Se acabaron la rebeca al caer la noche en la costa, los mosquitos chocando contra la lámpara cargados de tu sangre mientras lees el liviano best-seller estival…